La relación estrecha entre el color y la arquitectura
Tienes delante tres fotos de una misma habitación. En una de ellas puedas verla en tonos anaranjados y cálidos, en otra en tonos oscuros e intensos, y en la última en tonos azules y pasteles. Seguramente, cada habitación te transmita una sensación distinta a pesar de ser la misma en todo momento. Una puede transmitirte calidez y sensación de hogar, otra sensación de lujo y sobriedad, y otra una mayor tranquilidad. Un ejemplo de la relación intrínseca entre el color y la arquitectura.
Ahora vayamos con un ejemplo real. Seguramente conozcas la Muralla Roja de Ricardo Bofill. ¿Qué hubiera pasado si esta estructura hubiera sido en su totalidad blanca? Parte de su intención y fuerza se hubiera perdido. Y es que esto, son solo pequeñas pruebas de la influencia del color en el mundo de la arquitectura.
Veamos la importante relación que existe entre el color y la arquitectura, cómo nos influye en nuestro día a día y qué funciones tiene el color en este ámbito.
La influencia de la psicología del color en nuestra vida
¿Por qué el color favorito mayoritario es el azul? ¿Por qué el blanco predomina en espacios como clínicas u hospitales? ¿Los significados de los colores son algo universal o por el contrario es cultural? Son muchas las preguntas que suscita el mundo del color. Esto unido a la influencia que el color produce en nuestro día a día ha llevado a cientos de investigadores a estudiar y analizar este tema.
Existen ciertos colores que en unos países se utilizan para según qué cosas y en otros todo lo contrario. Sin embargo, sí que existe cierta universalidad a la hora de evocar sensaciones y significados. Un gran conocedor de las posibilidades del color es el ingeniero y arquitecto mexicano Luis Barragán. Sus diseños están impregnados de color, el cual evidencia la pureza espacial como elemento evocador de sensaciones y emociones.
Los colores se encuentran con asociaciones concretas debido a experiencias universales que quedan enraizadas en nuestro subconsciente. Cada color puede provocar sensaciones diferentes. A la misma vez, un mismo color puede tener varios significados y si lo juntamos con otro, transmitir una impresión completamente distinta.El azul por ejemplo, es el color del cielo, del mar. Lo vemos casi cada día si miramos hacia arriba, por lo que no es conocida y nos transmite calma y seguridad. Mientras, el color rojo nos transmite algo totalmente diferente. Lo vemos en la sangre, en el fuego, por lo que puede transmitirnos tanto peligro como pasión o fuerza.
Funciones del color en la arquitectura
La función del color en la arquitectura no se puede reducir a su mera practicidad. Es cierto que el uso del color tiene una función importante a la hora de hacer un espacio más práctico o cubrir una necesidad. Por ejemplo, en zonas con altas temperaturas, será mejor utilizar colores claros que no absorban tanta energía y calor, mientras en otras zonas más frías se necesite todo lo contrario.
Como hemos visto, la función del color va más allá de esto, debido a la relevancia que tiene en nuestra percepción y estado de ánimo.
El color, junto con la forma, son factores de la arquitectura que transmiten una información implícita. Esta información está dirigida al subconsciente del usuario que transita o habita el edificio, ejerciendo efectos en su carácter e incluso sobre su comportamiento. El color además de transmitirnos diferentes emociones, puede guiarnos y modificar nuestro camino, por lo que su importancia es unánime. Puede utilizarse para aumentar o reducir la afluencia de público en un determinado espacio, prevenir de caminos peligrosos o indicarnos el más adecuado.
Funciones del color en la arquitectura
La función del color en la arquitectura no se puede reducir a su mera practicidad. Es cierto que el uso del color tiene una función importante a la hora de hacer un espacio más práctico o cubrir una necesidad. Por ejemplo, en zonas con altas temperaturas, será mejor utilizar colores claros que no absorban tanta energía y calor, mientras en otras zonas más frías se necesite todo lo contrario.
Como hemos visto, la función del color va más allá de esto, debido a la relevancia que tiene en nuestra percepción y estado de ánimo.
El color, junto con la forma, son factores de la arquitectura que transmiten una información implícita. Esta información está dirigida al subconsciente del usuario que transita o habita el edificio, ejerciendo efectos en su carácter e incluso sobre su comportamiento. El color además de transmitirnos diferentes emociones, puede guiarnos y modificar nuestro camino, por lo que su importancia es unánime. Puede utilizarse para aumentar o reducir la afluencia de público en un determinado espacio, prevenir de caminos peligrosos o indicarnos el más adecuado.
Un ejemplo del poder que puede ejercer el color en nuestro día a día es el experimento social que realizó una marca de pinturas. Con tan solo pintar unas escaleras de colores, las personas optaban más por estas frente a otras sin color.
Al fin y al cabo, la arquitectura es una disciplina humanista, en la que la psicología del ser humano juega una papel relevante. La casa de una persona puede reflejar su carácter y personalidad. La Casa Roja diseñada por Jarmund Vigsnaes es un ejemplo de cómo transmitir el temperamento del cliente con el uso de un color rojo intenso entre la maleza y las montañas de un paisaje.
Por lo que, a la hora de realizar un diseño, el arquitecto debe conocer a las personas, sus gustos e incluso sus fobias y filias, para poder crear un espacio donde se sientan cómodas y puedan habitarlo de la forma más confortable y saludable.Por otro lado, el color puede modificar nuestra percepción de las dimensiones, el peso y la distancia. En la propia geometría de un espacio u objeto, el color interviene el relación entre la figura y el fondo, entre las propias parte que lo componen y en su propia percepción. Además, interfiere en las dimensiones pudiendo crear sensaciones de mayor o menor amplitud, afectar al peso o sugerir una textura diferente al acabado superficial de la arquitectura.
El color se configura como un factor que puede mimetizar visualmente determinados aspectos del espacio o evidenciar aún más un determinado volumen o detalle constructivo. Un buen ejemplo sería el Museo de Arte Contemporáneo de Lina Bo Bardi, quien resalta la viga principal del edificio en un intenso color rojo en vez de camuflarla, dándole el protagonismo principal a este pilar.
Como hemos visto, el color y la arquitectura guardan una relación no solo estética, sino con una gran relevancia psíquico-sensorial. ¿Y tú, con color te atreverías?